Pulsion del inicio exquisito

La vida en el país de las maravillas iba de mal en peor

los hamsters no dejaban en paz a sus semillezcos habitantes
algo tenían que hacer, no podían las cosas ser como estaban ahora
hubieron tiempos mejores, y regresarían a ellos.
Eso era lo que los ingenuos pensaban
ya que no sabían de las turbulentas agitaciones de las tropas enemigas.
no imaginaban siquiera un atisbo de su poder,
un poder tan asombroso, como destructor.
Un poder de poderes, tan grande como el ojo de la inquisición
con toques de rebeldía y sentimientos fríos
no había nada en su interior
que lo hiciera latir con vida, que se tornase cálido.

En resúmen, era como un café por la mañana y unos cuantos cigarrillos.

No es por nada, pero siempre era eso lo que lo hacía latir.
algo debía hacerlo no?,
sino, como podría tener vida?

Tendría que hablar con Victor Frankenstein y preguntarle cómo le va con su forma de vida

Sería un viaje costoso tal vez, pero la venta de sandías deja una buena renta.
sobretodo si estas son cuadradas, o... triangulare s a veces, la verdad, tenian formas de las que ni un caleidoscopio de podrian esperar.